martes, 31 de julio de 2012

SNOW


Cuando vi la pelicula de SNOW WHITE AND THE HUNTSMAN, me dije: Tengo que hacer un fanfic ahora mismo! jaja Para que no se confundan y no digan que es plagio les aviso que este fanfic ya lo tengo publicado en mi cuenta de fanfiction donde me encontraran como Lu Hatake.
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SNOW
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La noche lluviosa y tormentosa despertó a Eric de repente y el sueño se le espanto como si hubiera visto a la misma bruja a escasos centímetros de él.

No pudo volver a dormir, así que harto de cerrar los ojos esperando a que el sueño volviera a visitarlo, se levanto y salió de su aposento para caminar por el castillo, aprovecharía para colarse a la cocina y tomar un trozo de pastel de chocolate que le salía muy bien a la cocinara real.

Cuál fue su sorpresa que Snow White estaba ahí, sentada en una silla degustando un trozo de pastel. La joven no pareció notarlo así que el cazador intento caminar de puntitas e irse de allí cuando…

―Eric –lo vio Snow White. Eric no tuvo más remedio que adentrarse a la cocina.

―Snow –correspondió al llamado. Hacia muchas semanas que había dejado de llamarla Reina a petición de la misma joven. Primero le llamo por su nombre completo; Snow White, pero luego, al ver que la Reina le llamaba a él por su nombre, que lo había hecho su primer guardia real y que pasaban la mayoría del tiempo juntos, termino por tomar la suficiente confianza para acortarle el nombre y llamarla solo Snow.
Snow. Eric no sabía cuan feliz era la bella joven ojiverde cuando él pronunciaba Snow con ternura y protección, con su voz rasposa y masculina que a veces hacía estremecer a la chica.

― ¿Buscas licor tan tarde? –inquirió Snow White sabiendo perfectamente del vicio de Eric, aunque considerando que últimamente no lo había visto cerca aquella cantimplora con ese liquido repugnante.

Eric solo bajo la vista al suelo y dejo escapar una media sonrisa, le había dado un poco de gracia el anterior comentario de su Reina.

― Ya no lo necesito. –declaro Eric. ¿Licor? ¿Para qué si ahora tenía a Snow todo el tiempo? Aquel líquido se había quedado en el olvido, ya no era más prisionero del alcohol. –Ahora estoy bien. –la observo con sus ojos azules y Snow pareció perderse en ellos por un momento.

Ahí iba otra vez el palpitar de su corazón que latía como mil caballos desbocados cuando Eric la miraba así. Snow solo atino a bajar la vista hacia su pastel con un poco de nerviosismo.

― ¿Y por qué ya no lo necesitas? –pregunto ella intentando en vano poner sus pensamientos en orden.
― Porque… -musito Eric. ¿Se atrevería a decirlo? –Porque Snow me salvo.

― ¿Yo? –dijo sin creérselo. –Pero si yo no he hecho nada. –le aseguro con inocencia.

― ¿Qué no has hecho nada? –Eric soltó una risita. –Lo has hecho todo. Cuando te conocí, yo volví a nacer. Soy otra persona gracias a ti.

Snow no supo que decir ante aquello. Vivir encerrada en esa torre por tantos años la había dejado inexperta en cuanto a relaciones sociales y románticas.

“Recuerda a Sara, recuerda a Sara” se repetía ella mentalmente tratando de desviar su atención de su ahora guardián.

― ¿Quieres pastel? –le ofreció ella sin esperar una respuesta mientras cortaba una rebanada y la ponía en un plato pequeño con un tenedor y poniéndolo cerca de la orilla de la mesa donde estaba Eric.

Cuando el cazador termino de comer, deposito el plato en el lavadero.

― Te quiero, Snow. –se despidió Eric de la joven poniéndole una mano sobre la cabeza y revolviéndole un poco el cabello.

¿Qué era eso? Snow White estaba llena de dudas. ¿Era un “te quiero” de amigos, de personas que se estiman, un “te quiero” romántico?

No lo sabía y prefería quedarse con la duda por respeto a Sara, pero algo sí sabía y era que le hacía sentir segura el que ese hombre se mantuviera siempre a su lado.
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Espero que les haya gustado :)

domingo, 29 de abril de 2012

UNWORLD


Historia escrita por Carol Herrera.
Puede que les parezca confusa, pero se trata de liberar SU imaginación.
Disfruten.

UNWORLD



Era demasiado obvio que ella no estaba bien después de haber visto como asesinaban a su madre. La sangre se veía claramente en su cabeza, la escena se repetía una y otra vez. Cerró los ojos con fuerza dejando escapar algunas lágrimas, tratando de controlarse. Después de todo estaba a la mitad de la clase de economía  y no quería ser el centro de atención, mucho menos que la juzgaran por loca o le tuvieran lastima. 

Sin embargo, no pudo resistirlo más y le vino una fuerte crisis nerviosa. Sus ojos se abrieron de par en par mientras viajaba al momento donde había perdido a su madre, se sentía tan real, tan…

-Anna – la llamaba su maestra. Enseguida todos voltearon a verla con preocupación. – ¡Llama a la psicóloga! –le grito la profesora a un alumno, el cual salió del salón corriendo.

Sarah; la psicóloga de la escuela, no tardo en llegar y se coloco frente a Anna Lake; la chica con severos trastornos psicológicos.

-Recuerda lo que platicamos, Anna. –decía Sarah con voz fuerte. – ¡No es real, no es real! Vuelve en ti.

Pero Anna siguió empeñada en recordarlo todo una vez más.  Su cuerpo reacciono, quería ir a salvar a su madre pero aquel bandido la sostenía de los brazos.

Enseguida Sarah tuvo que sujetar a Anna con fuerza, forcejeando con ella para que no se hiciera daño.

-¡Anna! ¡Regresa! –suplico Sarah.

Y eso fue lo último que Anna Lake escucho cuando, con los ojos cerrados y tirada en el suelo, no percibió más sonido. Era como si todo hubiera sido tragado por algo, dejándola a ella en ningún lugar sin sonido.

Ella se dio cuenta de lo ocurrido y dejo de llorar, permaneció quieta y asustada. Se preparo para abrir los ojos lentamente, descubriendo que estaba en medio de una calle que no conocía, donde había muchos edificios, debía de estar en algún centro de una ciudad, pero definitivamente nunca había estado allí.

No tenía idea de cómo había llegado a esa extraña ciudad. Pensaba que tal vez era otra de sus paranoias.

Camino hacia la acera, estuviera en una pesadilla o no, no quería ver la muerte de nuevo. Mientras recorría esa calle intentando ver algo conocido, se dio cuenta que un silencio inhumano y una quietud aterrorizante abrazaba ese lugar.

Se sobresalto cuando al doblar una esquina, se encontró con un pequeño niño de frente, el cual la miraba con frialdad.

-Hola –saludo Anna algo nerviosa. -¿Sabes cómo se llama esta ciudad o colonia o lo que sea?
-No es ninguna de esas cosas. –respondió el pequeño. –Este es un lugar sin nombre. ¿Eres nueva? –Sonrió de medio lado –Es el lugar donde tus peores pesadillas pueden ocurrir.
Anna lo miro confundida. De haber sido alguien mayor el que le dijera eso, seguro se habría reído en su 
cara, pero no lo esperaba de un pequeño, el cual por cierto, se vería un tanto diabólico.

De repente oyeron unos disparos muy cerca.

-¿Qué rayos… -Anna volteo al lugar de donde provenían los disparos y cuando se volvió al niño… ¿Qué era esa criatura? No podía ser… ahí solo había un ser enano con picos en la nuca, una boca sonriendo ampliamente hasta las orejas y con unos ojos saltones de miedo.

Anna retrocedió un par de pasos cuando de pronto se le formo un oyó en el pequeño abdomen a aquella criatura provocado por una bala expansiva. Anna miro al enano revolcarse de dolor, mirando la sangre llenando la banqueta. Sangre.

-Oye –escucho una voz masculina tras ella y volteo enseguida. -¿Qué crees que haces niña? –la regaño un hombre joven vestido de militar con sus ropas un poco manchadas de sangre mientras recargaba su rifle –

Los civiles no tienen permitido salir de los refugios sin seguridad militar. Uno aquí arriesgando su vida por los demás y resulta que me encuentro con una niñita paseando por aquí. –musito visiblemente indignado.

-Yo… lo siento pero… -volteo hacia la criatura ahora muerta y después volvió a mirar al militar. –No sé dónde demonios estoy, como llegue, no sé nada…
-¿De qué hablas? –la miro extrañado.
-Es que… yo estaba en mi escuela… -intento explicar.
-¿Cuál escuela? –la interrumpió enseguida. –Hace meses que los chicos no asisten a las escuelas debido a la invasión.
-¿C-cual invasión? –casi grito desesperada.
-¿Cuál más? –frunció el ceño. –La de los transformadores y los muertos vivientes.
-¿Eh?
-Oye, no sé qué demonios haya pasado contigo pero no podemos quedarnos a tomar el té aquí mismo. Hay que regresar al refugio. –exclamo empezando a caminar.
-Un minuto, no entiendo esto… -declaro nerviosa y sumamente confundida.
-Ni yo, pero no lo discutiré aquí. Vamos –la tomo de la mano y la estiro, obligándola a caminar en una dirección.

sábado, 28 de abril de 2012

Bienvenidos humanos

Hola, ¿como les va? Bueno, paso a explicar lo que publicare en este blog.
Historias propias (romance, comedia, tragedia, acción, drama)
Fanfictions (de animes, mangas y doramas)
Dibujos (aunque de esto no este muy segura)
Anécdotas propias (se divertirán con ellas, me pasan las cosas mas locas)

Pero mas que nada mis amadas historias (propias y fics).
Es todo. Hasta luego.